Anif Larom ganadora del premio "Poesía Breve Ciudad de Alcaudete" 2016

 

 

ACUARELA VERDE OLIVO

 

 

 

I

 

Es Alcaudete estampa bucólica

 

de azada y semilla. De brava grandeza.

 

De sol ardiente que azora y ciega.

 

De rojo atardecer y despertar violeta.

 

Ahí está la Sierra Ahíllos

 

como una encallada nave

 

con su espíritu de niebla,

 

en la derrota de un amanecer

 

que rompe la primera luz,

 

sobre sus crestas.

 

 

 

II

 

Nativa de su latido,

 

amamantada en la entraña de su cielo,

 

hoy vuelvo a sus arrabales.

 

Me siento palabra y carne de poeta;

 

ave con alas de sentimiento.

 

De ella, patria mía, cantan mis versos;

 

a veces, con sabor a sales,

 

cuando se extraña la ausencia,

 

el sabor de la tristeza

 

hasta mis labios resbale.

 

 

 

III

 

 

 

Me despierta un bienestar antiguo,

 

rastro de rezos y fragancias que

 

me guía hasta la Virgen Fuensanta.

 

Iluminada sobre el altar,

 

son sus ojos, estrellas hechas lágrimas.

 

Y cerquita de la Santa,

 

susurra la Fuente Amuña:

 

cáliz de vida, hermosa huerta.

 

Con hebras de agua empapa

 

la sequía de esta tierra.

 

 

 

IV

 

 

 

Y la nostalgia me adentra

 

por el castillo medievo.

 

Saludo a Santa María,

 

y deambulo por los cipreses

 

que dan sombra al cementerio.

 

Ni la edad ni la distancia,

 

taciturna en gris del cielo,

 

han sepultado mi duelo.

 

Allí se enraízan mis muertos

 

en las larvas húmedas del tiempo.

 

 

 

V

 

 

 

Desde la esencia del duende,

 

germina su historia de arcilla en la blanca ladera

 

donde prendida quedó mi infancia.

 

¡Ser quisiera, de Alcaudete, tan sólo gota de agua

 

que brota de entre sus piedras!

 

Ser cicatriz de viento, monte o acequia

 

y faenar en mis años, su huella.

 

Ser hechizo de luna, arrullo que le abraza…

 

¡Ser quisiera, recuerdos que hilvanen su nombre

 

en las entretelas del alma!

 

 

 

 

@ Anif Larom

 

 

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