FIESTA EL DÍA LA CRUz

 

 

Cuentan que en la aldea se convirtió en costumbre, no se sabe desde cuándo, subir cada año y el día de La Cruz hasta el cerro La Harina para comer, bailar y festejar este día, coincidiendo con la romería de La Virgen de La cabeza en Andújar (Jaén).

 

Por la cuesta empinada del Portillo, se ascendía a lomos de mulos, burros o caballos, ataviados de serones para portear los víveres a consumir. Otros, lo hacían a pie, llegando extenuados pero felices de alcanzar la cima y comenzar el jolgorio.

Alrededor de la torre morisca, se daban un gran homenaje con una merienda rociada con botas de vino, unas risas, unas flores (ofrenda de fe) para algunos, y alguna plegaria al pie de una tosca cruz de hierro. “Siempre se ha considerado que la humilde cruz que se alza entre los riscos del cerro, la habían depositado allí por deferencia y respeto a algún difunto… Pero Casiano, (mi padre), me cuenta hoy, que fue Juanillo “El Liebro” siendo mozo, quien colocó esta tosca cruz, ayudado por una tomiza de esparto, con la firme creencia de que podría ahuyentar las tormentas…

Pero la fe, es la fe, y la fiesta, fiesta es. Así que, poco importaba el origen de la cruz. Algunos lugareños, ayudados de una  mandurria, guitarra y acordeón, iniciaban la verbena, para alegría y regocijo de todos en este pequeño Edén que aún conservamos los Sabaregueños.

 

A día de hoy, es menos habitual subir al cerro.

 

¿Os apetece recuperar la tradición?

 

 

@Anif Larom